sábado, febrero 04, 2012

La subcultura de lo super plano




La veintena de obras de la exposición 'Murakami Versailles 'de Takashi Murakami en Versailles fue objeto de polémica, incluso antes de que su inauguración, puesto que el colectivo 'Versailles mon amour', que agrupa a amantes del palacio, recogió más de 4.000 peticiones contra la muestra. La mestra hace dialogar lo antiguo, lo clásico de la residencia que se mandara a construir el Rey Sol, con el vanguardismo pop japonés. 
En el jardín, un gran buda dorado (Oval Buddha Gold) de ojos enormes corona la vista, mientras que una figura de estética manga -'Miss ko', una joven rubia de pechos y piernas exhuberantes- invita a entrar desde el Salón de la Guerra al suntuoso Salón de los Espejos, símbolo del poder de Luis XIV.
 

Murakami define su obra como Poku (Pop y Otaku -la subcultura de mayor peso en Japón, basada en el manga, el anime y los videojuegos-), la cual es en parte un intento de revival de Nihonga, el movimiento artístico de finales del siglo XIX y primera manifestación artística de la resistencia de Japón a la influencia de occidente, en la que Murakami se especializó en sus estudios universitarios.
Su obra se impregna, como el Nihonga, de una rebelión contra la penetración de occidente en la cultura nipona, criticando su fetichismo, en especial en el uso de la sexualidad en la cultura otaku, y de una reivindicación de los modelos estéticos nipones, incluso los clásicos, aunque también subyace una crítica al vacío consumista de la modernidad japonesa y a su infantilismo durante la posguerra expresado en el culto a lo atractivo, a lo "kawai" (delicado, mono).

Usa la figura humana (bajo las pautas estéticas de la cultura otaku) siempre para mensajes críticos, la omnipresencia de vida en sus obras (rara vez es un objeto inerte), una paleta de colores puros y saturados, una disposición de los elementos aparentemente caótica, pero en realidad muy equilibrada y armoniosa en pesos, formas y colores y, en muchas ocasiones, el gran tamaño de sus obras.Murakami ha escrito que tiene como objetivo representar la cultura Poku porque espera que la animación y el otaku puede crear una nueva cultura. Esta nueva cultura es un rejuvenecimiento de la escena del arte contemporáneo japonés.


En sus entrevistas, Takashi Murakami ha expresado su frustración por la falta de un mercado del arte fiable y sostenible en el Japón de la posguerra, y la visión general del arte japonés. Y comenta que el mercado no es más que "una apropiación profunda de las tendencias occidentales".

El artista llama a su escuela estilo Superflat, caracterizado por superficies planas de imágenes en color y gráficos que implican un estilo de carácter derivados de anime y manga. Su arte amalgama tanto a sus predecesores occidentales, Warhol, Oldenburg y Roy Lichtenstein, así como predecesores y contemporáneos japoneses de anime y manga. En síntesis, es un arte del sincretismo de motivos banales y técnias tradicionales japonesas.

El 21 de junio de 2011 Google utiliza un doodle (los logos de Google) de Takashi Murakami para representar el solsticio de verano y primer día del verano en el hemisferio norte y la entrada del invierno en el hemisferio sur.


Mediante estas flores sonrientes, que parecen caras de emoticones rodeadas de pétalos, Murakami dice hacer una crítica de la sociedad japonesa contemporánea que califica como infantil y vacía




Murakami es una marca que produce osos de peluche, realizó una versión del juego Monopoly, se ocupó del diseño de bolsos, carteras y los locales de Louis Vuitton -además de dirigir la animación de sus spot publicitarios- lanzó su línea de chocolates, su papel para empapelar casas, postales, carpetas con los mismos diseños de sus obras artísticas, juguetes, esculturas, etc. En definitiva, la escuela Superflat plantea una crítica a la cultura vacía e infantil del Japón actual, que reniega de su identidad cultural y se adormece en el fetichismo sexual de la cultura otaku.  
My lonesome cowboy, 1988

Otra de las obras claves de Murakami es "My lonesome cowboy", una escultura que hace alusión a la película de Andy Warhol de 1968 en la que el protagonismo lo ocupaba una erótica homosexual. Murakami representa a un joven masturbándose y creando un lazo vaquero con su propio semen. La figura subraya la perversa —hasta la monstruosidad— sexualidad de la cultura gráfica manga; en ella, la exa­gerada cantidad de semen parece aludir al onanismo y su obsesión por la eyaculación en una referencia crítica a las nuevas formas de consumo de pornografía haciendo de la figura una parodia de la erótica otaku.

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